EL SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL DEL SIGLO XIX

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El Patrón Oro es un sistema monetario que consiste en establecer el valor de la moneda de un país en relación con la cantidad de oro que este tenga. La equivalencia dinero-oro ha sido la base del sistema financiero internacional y la garantía del mismo desde el siglo XIX. En otras palabras, al ser un sistema monetario respaldado por el oro, el valor de cada unidad monetaria se fija en términos de una cantidad de oro concreta. Con este sistema, el emisor de la moneda tiene garantizado que los billetes y monedas emitidos están respaldados por oro.

El patrón oro surgió a raíz del fracaso del bimetalismo y se derrumbó un mes después del comienzo de la I Guerra Mundial. Sin embargo, durante la mayor parte del periodo únicamente Inglaterra fue fiel a un sistema de patrón. También surge debido a las necesidades surgidas tras la Primera Guerra Mundial, ya que algunos de los países participantes en la contienda imprimieron más dinero para financiar los gastos de la guerra, sin contar con el respaldo del metal precioso. El oro anteriormente ya había ejercido el papel de moneda. Pero la primera vez que se reconocía el oro como institución legal fue en 1819 por Inglaterra, haciendo que el papel moneda fuera intercambiable por una cantidad de oro definida por un precio fijo. Los ingleses empujaron con el poder de su moneda (la libra esterlina) este sistema monetario que luego fueron adoptando otras potencias a lo largo del siglo XIX. Fue en 1879 cuando Estados Unidos entró en el sistema, formalizando definitivamente el vínculo oro-dólar. Y ya en Bretton Woods el 22 de julio de 1944, cuando se aprobó la adopción del dólar como moneda global. Todos aquellos países que quisieran oro debían de dar 35 dólares por onza. El patrón oro se mantuvo vigente en Estados Unidos hasta su abolición, en 1971.

Este sistema económico buscaba el establecimiento de unos tipos de cambio fijos entre países. De esta manera, podría controlarse más fácilmente el crecimiento de los mismos y estabilizar así precios internacionales. Este también contribuiría a conseguir de manera simultánea el equilibrio de la balanza de pagos en todos los países.